"Trabajadores del mundo, unanse, no tienen nada que perder excepto sus cadenas" ...Marx

26/8/11

FUJIMORI, EL ÚLTIMO CHIVO EXPIATORIO DEL CAPITAL

“El tribunal ha llegado a una certeza razonable sobre los cuatro hechos (Barrios altos, La Cantuta y los secuestros de Gustavo Gorriti y de Samuel Dyer) y declara que los cuatro cargos están probados mas allá de toda duda razonable. Por consiguiente, la sentencia es condenatoria”. En esos momentos Raida Condor, cuando las lagrimas bañaban su rostro, exclamaba  “se hizo justicia”
Con estas palabras; Cesar San Martín (Presidente de la Sala Penal Especial de la Corte Suprema), anunciaba la decisión de condenar a Alberto Fujimori a 25 años de prisión por homicidio calificado, lesiones graves y secuestro agravado; y Raída Condor (madre de una de las victimas de La Cantuta) exclamaba su alegría, por que  “después de mas de 16 años por fin se hacía justicia”.
Periodistas, políticos, abogados, profesores,  amas de casa y en general, toda la “ciudadanía” no habían sido desatentos con tamaño proceso, unos criticaban la decisión del órgano jurisdiccional y consideraban que era un signo de venganza, en agravio de aquel personaje, que había pacificado el Perú. Por el contrario la gran mayoría de los peruanos  defendían la muy trascendental decisión  y se rendían a los pies del magistrado San Martín, por que –según afirmaban- había conducido el proceso con total imparcialidad, mostrando así la independencia que tiene el poder judicial en el Perú, lo cual era “muy bueno”, ya que generaba confianza para la inversión extranjera.
 Lo cierto es que después de este proceso judicial el contexto era de beneplácito, alegría, conformidad, por que la gente sentía, que esta sentencia era un precedente histórico, sentían que nunca más hechos criminales cometidos por altos funcionarios quedarían impunes, y lo mas importante sentían y eran convictos que se había hecho justicia, castigando ejemplarmente al principal responsable de actos de lesa humanidad.
Pero dentro de la algarabía social, surge la pregunta; ¿Si la sentencia ha establecido un precedente histórico fundamental, entonces los gobernantes o funcionarios estatales ya no cometerán esas atrocidades? Claro que no.  La realización de este proceso penal no es más que una parodia, una dramatización, un remedo del tribunal de Nuremberg, por que Hittler, reaparece en Fujimori. Y desde luego, con lo dicho no vamos de acorde con el criterio de la multitud, por lo que nos esforzaremos en pro de hacer comprender las razones que nos obligan a pensar de manera distinta que las demás gentes. Para lo cual empezamos citando a uno de los grandes pensadores de la humanidad. Para  Aristóteles la relación de causalidad no se debe comprender únicamente desde la causa eficiente, por el contrario, la relación causa-efecto debe explicarse y comprenderse, atendiendo a la causa formal, pasando por la causa material, seguido de la causa eficiente y posteriormente a la causa final.
Continuamos; la causa formal es la esencia, ojo no es lo morfológico, es la idea de lo que es una cosa. Ejemplo; la figura de un hombre en reflexión que tiene una estatua; la idea del capitalismo consiste en que para acrecentar capital, se debe explotar trabajo asalariado.
La causa Final, es todo aquello para lo que sirve una cosa; es  el fin de una cosa. Ejemplos: La estatua sirve para adornar una plaza; en el capitalismo, la conversión de la fuerza de trabajo del asalariado en plusvalor sirve para la  acumulación de capital.
La causa Material se refiriere a la composición material de un objeto; el bronce es la causa material  de la estatua; en el capitalismo, la materia a transformar es la mercancía “Fuerza de Trabajo”, empleado para crear plusvalor para los fines de la acumulación capitalista.
Y para fundamentar mi criterio, que me obliga a pensar de distinta manera tenemos que tener presente que la causa eficiente, se refiere a la acción que genera un cambio en el estado de cosas. Es decir la causa eficiente básicamente se refiere a la conducta de los hombres. Ejemplos: el escultor que hace la estatua; la convicción que tienen los magistrados, ya que condenan a Fujimori. Por lo visto, con la sentencia condenatoria, cambia la  condición de inocente, (por que según la Carta Magna todos somos inocentes hasta que se demuestre lo contrario) por la de culpable, gracias a la figura que el derecho penal, que lo establece, es decir, que condena a Fujimori, al demostrarse en el proceso, y en virtud a pruebas indiciarias que, esté ultimo tenia dominio de los hechos y por tanto es el autor mediato, y por eso se priva de la libertad hasta el año 2032.
Pero también Aristóteles era conciente que limitar nuestro análisis única y exclusivamente a la noción de causa eficiente seria un completo desatino, por que esta, esta influye de manera inesencial a las demás causas.

EL “JUICIO”, COMO CAUSA EFICIENTE O “PANTALLA” DE LA CAUSA FORMAL
Si uno de los objetivos que persigue el sistema penal es la protección de los bienes jurídicos fundamentales, (vida, salud, patrimonio, etc) sancionando a sus infractores y enseñando de esa manera a los súbditos de un Estado que se abstengan de realizar cualquier conducta típica que por si mismo es dañosa. Entonces ¿porque un personaje de “tamaña investidura” se convierte en delincuente? ¿Por qué son constantemente vulnerados los derechos fundamentales contenidos en la carta magna? Y; ¿donde queda el precepto del artículo 1° de la carta magna, cuyo tenor consagra que “la persona humana es el fin supremo de la sociedad y el estado”? Si para los estados, “el derecho a la vida, a la libertad a la propiedad privada son derechos naturales y por tanto irrenunciables, inviolables y sagrados” ¿porque  son violentados por personajes “diabólicos” como Fujimori, Pinochet, Sadam Husseim, Hittler, Musolini?
 Para responder adecuadamente estas preguntas debemos examinar con un enfoque crítico, integral y dialéctico; y no solamente limitarse a una crítica exclusivamente jurídica y/o política. Por lo tanto, seria un despropósito despreciar la causa formal aristotélica, ajustando restringidamente la atención de nuestro intelecto en las causas eficiente y final de los actos jurídicos de los estados. El resultado de este modo simplón de pensar (como los políticos oficiales y su representada, la burguesía, lo hace tendenciosamente) es que entendemos a la sociedad actual como un conjunto inorgánico de subjetividades personales, donde las  causas de sus actos sólo están en sus respectivas voluntades individuales, que obedecen a  motivaciones de distinto carácter (económicas ideológico-políticas, psicológicas, religiosas etc.) Lo que para la ciencia del Materialismo no es verdad.
 Por ejemplo, esa forma común de explicar la causa eficiente de la matanza de La Cantuta y Barrios Altos por la desesperación y preocupación de Fujimori, que en sus afanes de contrarrestar al terrorismo “tomó la decisión de implementar una estrategia de doble cara; una pública y la otra clandestina. En esta última se privilegiaba la creación de destacamentos de inteligencia destinados a la eliminación selectiva”. Como lo explico el fiscal que persiguió el delito.
Ahora bien, es necesario aclarar que tanto la causa eficiente como la causa final son inesenciales respecto de la causa formal  ¿Por qué estas causas eficientes o “juzgadas” por los distintos estados, son extrínsecas (externas) respecto de su relación esencial? Insistimos: porque, estos eventos como el proceso penal, que tuvo como figura estelar a Fujimori, que si bien es cierto generan o alteran la superestructura jurídica y política, pero no afectan, ni siquiera inciden a la causa formal o esencia de la sociedad, que es la explotación de trabajo asalariado para los fines de la acumulación. Por lo que la lógica esencial del capitalismo –metabolización- de trabajo asalariado para que el capital se siga reproduciendo- sigue inmaculado.
¿Fueron extrínsecas a la causa formal del capitalismo las “movidas políticas y jurídicas,” (causas eficientes) que motivaron el tribunal de Nuremberg? Y ¿La demolición controlada de las torres gemelas?, ¿Qué son, entonces eventos como el juicio a Sadam Hussein o la reciente condena al reo Fujimori?
Según la teoría de la causalidad aristotélica, tomados en cuenta por el Materialismo Histórico, todos estos fenómenos jurídico-políticos fueron, causas eminentemente eficientes, porque como ya lo dijimos, si bien es cierto que estos actos jurídico-políticos, generan o alteran la conciencia social, pero se limitan solamente a eso; por lo que no alteran la relación dialéctica entre capital y trabajo asalariado, propio del capitalismo.

LOS DERECHOS HUMANOS. Y LA ALTERNANCIA ENTRE DICTADURA Y "DEMOCRACIA"  
<<Los hombres hacen su propia historia, pero no la hacen arbitrariamente, bajo circunstancias elegidas por ellos mismos, sino bajo condiciones directamente dadas y heredadas del pasado. La tradición de todas las generaciones muertas oprime como una pesadilla el cerebro de los vivos.>> (Carlos Marx: El 18 brumario de Napoleón Bonaparte)
Este es el contexto argumental en el que hay que ubicar todas las acciones realizadas por los hombres. Y si nos remontamos a la década de los 80, nos damos cuenta que en ese momento histórico, aparece sobre la faz de la sociedad, el fenómeno de las privatizaciones; es decir los capitales privados desplazan al estado en su función empresarial. Repetimos es un fenómeno, ¿pero por que se da? ¿Qué es lo que determina este fenómeno nuevo? Para el Marxismo, el capitalismo, en Europa, había entrado en una fase de crisis económica, debido a la tendencia decreciente de la ganancia, y como consecuencia, la patronal empresarial (burguesía) no invertía, debido a la poca rentabilidad que sus capitales generaban. Y como consecuencia lógica, estos capitales devenidos en ociosos e improductivos, tenían que buscar (para su supervivencia) nuevas fuentes de plusvalor. Esta realidad es lo que explica por que en esos años Latinoamérica se convierte en el puerto de llegada de capitales, es decir en Latinoamérica esos capitales se vuelven a la producción, dejan de ser improductivos y se reinsertan en la producción. Y aquí cabe la pregunta: ¿esta satisfacción de las necesidades del capital se hubiera podido hacer efectivo en países como Argentina, Chile, Perú, sin mediar el trabajo sucio de dictaduras como las de Videla, Pinochet, Fujimori? Claro que no, aunque de manera tan cínica quieran disimular juzgando a sus responsables, y convirtiéndolo así en chivos expiatorios.
Entonces, las dictaduras, son pues, las puestas en escena, de los libretos diseñados por las  burguesías (como representante del capital), cuando al capital se le presentan climas adversos para cumplir con su esencia, que no es más que la valorización o acrecentamiento de una magnitud de dinero. Y la obligación que tenía Fujimori, como representante de la burguesía peruana, no era más que defender los intereses de los explotadores de trabajo asalariado.
Y en esas estábamos, hasta que una vez restablecido la tasa de ganancia a su normalidad, ergo se sale de la crisis, entra al gobierno el carismático líder Alejandro Toledo. Pero, no era suficiente; el puente de transito de una dictadura a una democracia debía tener una forma más disimulada y más ornamental, para lo cual no se podía dejar de utilizar las bondades que nos da el “Estado de Derecho”, es decir se tenía que realizar un conjunto de actividades jurídico-políticos, y que mejor que éstas lo realicen las víctimas del dictador. En efecto toda aquella masa de indignación, sumado con ansias de justicia, debía llevarse al poder judicial. Repetimos; se trataba de utilizar todos los medios que nos da el  "Estado de Derecho", para castigar ejemplarmente a los responsables, de actos de lesa humanidad, y el fin del cuento lo conocemos todos, Fujimori es condenado a prisión y supuestamente saldrá el año 2032.
Por lo tanto, una vez mas las dictaduras obedecieron servilmente las ordenes que le impone la necesidad económica. Y los “Derechos Humanos”, una vez más no frenaron esas atrocidades, por tanto fueron papel mojado; es decir nunca fueron efectivos, ni lo serán, por lo precedido. 
CONCLUSIONES
Este “proceso penal” es una completa farsa que preparó el Estado para ocultar las causas esenciales o formales, metiendo en la cabeza de la colectividad que los culpables de las barbaridades deben ser ejemplarmente castigados, para que hechos inhumanos y crueles  nunca más se repitan; ese fue el libreto del tribunal de Nuremberg. Cuando en realidad, el capital (para justificar su legitimidad, sobre el trabajo asalariado) crea monstruos (Fujimori, Pinochet, Hitler, Musolini, Sadam Huseim, Bush, etc.) y simpáticos títeres (Obama, Hugo Chávez, Fidel Castro, Evo Morales, etc,) que después, pasaran a la historia, pero como chivos expiatorios

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